Últimamente
estoy pasando una etapa un poco extraña de mi vida, no suelo contar mis penas
por aquí, así que no lo haré, jajaja. No, en serio, no sé qué hacer con mi
vida, tengo ya una edad en la que tendría que tener algún plan, pero no lo
tengo.
Además
en la escuela de hostelería estoy muy estresada, nos intentan convencer de que
eso es lo más importante de nuestras vidas y que estamos ahí cobrando o algo. Ese
sentimiento se te contagia tanto que al final te acabas preocupando por
estupideces como no terminar a tiempo una elaboración, confundir cosas, no
tener todo el material a mano, etc.
Y
encima tengo serias dudas con el blog. La mitad de mis entradas están sin fotos
porque las subo a facebook, luego las enlazo al blog y facebook cambia las url
continuamente. Un follón que no sé cómo solucionar. Por no hablar de que desde
que estoy en el cole siento que todas mis recetas del blog excepto tres o
cuatro están mal y son cutres. Tendría que dedicar mucho tiempo a cambiar
muchas cosas de las entradas anteriores, tendría que currarme más las próximas
elaboraciones y todo eso me da mucha pereza. Si no mando el blog a la porra es
por la cantidad de tiempo que he invertido en él y los buenos recuerdos que me
trae. Parece tan lejana la pasión por la repostería que me metió en todo esto…
Ahora
mismo en la escuela tenemos todos los exámenes finales porque en marzo nos
vamos a las prácticas en empresa. Miedo me da, no me gusta meterme en casa de
nadie de prestado, siempre he odiado esa sensación y es lo que creo que va a
pasar.
Entre
muchos exámenes teóricos de asignaturas absurdas con criterios de evaluación
absurdos hubo esta semana un examen práctico del módulo “Postres en
Restauración”. Yo estaba muy ilusionada porque quería enseñar algo de lo que
llevo dentro, pero al final no salí muy contenta. La falta de medios, espacio y
tiempo en la escuela no me motivó a hacer algo realmente digno.
Yo creo
que con esto de hacer el ciclo de pastelería me ha salido el tiro por la
culata. Yo quería aprender para enriquecerme, para cumplir un sueño, para
relajarme por los dos años de trabajo intenso en la clínica y al final voy a
terminar más perdida que nunca, más insegura que nunca, sintiendo que no valgo
ni para fisioterapia ni para pastelería y con la sensación de haber perdido el
tiempo tontamente.
En
estas estamos, así que si no actualizo el blog ya sabéis por qué es.
Os dejo
con fotos de mi examen de postres, y para que os hagáis una idea, la lista de
componentes del plato:
-
Semifrío de naranja sobre bizcocho ligero a la naranja.
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Crumble de almendra.
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Sorbete de fresa.
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Crema de limón.
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Ganache de chocolate blanco.
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Vinagre balsámico de frambuesa.
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Lámina de chocolate blanco.
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Fresa y naranja frescas.
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Hojas de hierbabuena.