Mini cupcakes de zanahoria (La historia de los conejos)

Ay, Michi… No sabéis cuanto la echo de menos. ¿Cómo lo vais a saber si no sabéis ni quién era?

Antes de tener a mi monejo Frodo, yo tenía una Michiru, más guapa… Era cariñosa, comilona, blandita, muy tranquila. Estuvo conmigo dos años nada más, pero la quería un montón. Me acordaré toda la vida de aquel 26 de enero de 2009 en el que fui a verla por la mañana antes de un examen y había muerto… pobrecita.

 Todo en la vida pasa por algo, una semana después mi prima encontró a mi Frodito abandonado en la calle, ¡un día de lluvia! Estaba mojado y tenía una heridilla en el labio, pero tuvo suerte al fin y al cabo.

 En honor a estos dos comedores de zanahorias os traigo unos mini cupcakes improvisados. Los hice por si mi hermana o mi tía venían al café, pero nada. Luego cuando no hago nada viene todo el mundo a mi casa, no falla.

Ingredientes:

-          1 huevo M.

-          70 gr. de azúcar moreno.

-          60 gr. de mantequilla.

-          60 gr. de harina.

-          Media cucharadita de levadura en polvo.

-          Una pizca de canela.

-          Una pizca de jengibre.

-          Una mini pizca de nuez moscada.

-          Una mini zanahoria rallada.

-          50 ml. de leche.

Elaboración:

1. Batimos la mantequilla con el azúcar.

2. Añadimos el huevo e integramos.

3. Colamos la harina con la levadura y especias y agregamos a la masa poco a poco alternándola con la leche.

4. Rallamos la zanahoria y lo añadimos a la masa. Metemos la masa en una bolsa de congelar y llevamos a la nevera por media hora.

5. Rellenamos las cápsulas con un poquito de masa usando la bolsa como manga para no ensuciar.

6. Horneamos 15 minutos, con horno precalentado a 160º, calor abajo con ventilador.

7. Para el frosting montamos nata 35% materia grasa con una cuchara de queso de untar y tres o cuatro de azúcar glacé. Decoramos cuando los bizcochitos estén fríos del todo.

Quedan muy ricos, no sé qué más decir, los bizcochos con zanahoria me encantan. Las especias le dan el punto de sabor y la nata el acompañamiento perfecto para que entre solo. Vamos, que me los comí yo sola uno detrás de otro prácticamente.

Saludos!