Tarta Café Irlandés de Alma Obregón

“OH-DIOS-MÍO”. Es lo que dije cuando vi la portada del libro de Alma através de la bolsa de El Corte Inglés. Esta semana he estado de bajona, me he dado cuenta de muchas cosas; de lo parada que está mi vida, de que no tengo objetivos y de que soy muy joven para estar así. Así que cuando la hija de un paciente me regaló el librito que tanto tiempo llevo queriendo casi me pongo a llorar. Fue como una señal. Por cierto, como ya habréis notado, tengo los mejores pacientes del mundo, jeje. 

El libro es una pasada, Alma es una pasada. Qué bonito, qué estampados, qué fotos, qué colores, todo ideal. Las recetas son súper asequibles y geniales todas, ¡las quiero hacer todas! Para empezar he hecho esta tartita de café y whisky con nata. La tarta más buena que he hecho en mi vida, ¡y esto sólo es el principio!

Ingredientes para el bizcocho:

-          80 ml. de aceite de oliva suave o girasol.

-          250 gr. de azúcar moreno.

-          150 gr. de harina.

-          50 gr. de cacao puro en polvo.

-          2 cucharaditas de levadura en polvo.

-          2 huevos M.

-          150 ml. de leche.

-          150 ml. de café caliente.

Ingredientes para el ganache de relleno (ella pone una crema de chocolate intensa con mantequilla):

-          70 gr. de nata de montar 35% m.g.

-          70 gr. de chocolate 60% cacao mínimo.

Ingredientes para el almíbar:

-          100 ml. de agua.

-          100 gr. de azúcar.

-          50 ml. de whisky.

-          2 cucharaditas de café instantáneo.

*Yo no tenía whisky y le puse crema de whisky, quedó bien.

Para decorar:

-          Nata para montar 35% m.g.

-          Azúcar glacé al gusto.

-          Cacao puro en polvo.

 Elaboración:

1. Batimos el aceite, el azúcar y los huevos.

2. Añadimos la harina, la levadura y el cacao tamizados.

3. Añadimos la leche y cuando todo esté integrado, el café.

4. Vertemos la masa en el molde. Yo he usado el que tengo, es desmontable y demasiado ancho, por eso me ha quedado bajita. Lo ideal es uno de 18 o incluso 15 cm. de diámetro. Y lo súper ideal es que sean dos o tres moldes bajitos para que luego sean cada capa de bizcocho.

5. Horneamos 45 minutos en mi caso, pero claro, depende del molde. Horno precalentado a 160º, calor abajo con ventilador. Segunda altura del horno empezando por abajo. Mientras hacemos el ganache calentando la nata y añadiendo el chocolate troceado, dejamos enfriar.

6. Dejamos templar, desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla. Mientras hacemos el almíbar, poniendo todo junto al fuego hasta que hierva un poco.

7. Cuando esté completamente frío lo partimos en dos capas con una lira. Pintamos con almíbar y luego ponemos el ganache en la capa de abajo.

8. Cubrimos con la segunda capa. Montamos la nata con el azúcar, cubrimos la superficie de la tarta y luego espolvoreamos con el cacao en polvo.

Bueno, qué decir. El bizcocho súper jugoso y rico, el almíbar le da un punto buenísimo y ya con la nata tenemos el balance perfecto para la tarta. Está buenísima, vamos. Yo le puse el ganache para no complicame mucho más la vida, se me dan fatal las buttercream. La verdad es que al final me quedé un poquillo corta de ganache, pero bueno, tampoco la voy a presentar a un concurso de “Miss Tartita Verano 2013”. Yo estoy contenta con el resultado. 

Os dejo, amigos. Sigo con mi crisis existencialista. Saludos!